Te vi el pasado sábado.
Tu sonrisa: de otro mundo.
Tu porte: firme cual álamo.
Tu pensar: maduro y profundo.
Esos labios que dibujan
una figura perfecta;
mejor que la Mona Lisa
en ese tema no creía que hubiera.
Pero llegaste así,
sin querer y de repente,
A llenar ese vacío
Que existe aquí en mi presente.
Pero llegaste así,
Habladora, franca eternamente.
Con esos ojos miel conquistaste
A este hombre para siempre.
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