martes, 15 de noviembre de 2016

La vieja nueva aventura

El caballero inició
una nueva aventura
Tal vez sin querer lo hizo
con un poco de premura.

La luna lo acompaña,
brillante e imponente.
Su aliado en estos viajes,
su corcel independiente.

Cabalga a través
de los valles oscuros del destino,
donde mucho más que una vez
quedaron varios en el camino.

Divisa de repente
dos caballeros parecidos a él
aunque con mirada irreverente
tratan de derribarlo como Nathaniel:

Aquél que supo arrebatarle,
sin pensarlo siquiera dos veces,
a su doncella y llevarle
casi directo a la muerte.

Pues fue él, y no otro,
el que juró amor eterno
a la reina de su alma,
cuando terminó el invierno.

Pues ella está con varios,
y si bien le duele no le molesta
porque sabe que ahora es la única forma
de robársela a la Luna.

lunes, 26 de septiembre de 2016

El caballero y el torbellino

El caballero vuelve a confundirse,
pues hay algo que no comprende.
Cómo alguien puede regresar tantas veces
mientras ataca sin defenderse.

Siente que debe quedarse,
pero a la vez huir hacia otros rumbos,
donde no exista la incertidumbre,
donde no sea fácil trepar los muros.

Así se queda entonces,
vagando y mirando su corcel
mientras sus pensamientos nadan como peces,
en esa laguna color rojo y miel.

El caballero no sabe que no hay más lugar,
entonces alguien se lo recuerda.
Deberá buscar nuevos rumbos,
para poder disipar las tinieblas.

Sin embargo una carta
lo toma algo desprevenido.
Vendrán a visitarlo,
directo al cuarto en el castillo.

Es la doncella Himmelen,
que rebosa de alegría,
dispuesta a responder
aquellas dudas que él tenía.

Mientras se disponen a alimentarse,
en un lugar no muy lejano
las consultas se van disipando,
más no la sangre en su tejado.

"No se comprende", él sostiene,
"cómo caminábamos felices,
sin pensar en nada ni en nadie,
y ahora me dices que no echarás raíces."

"No es eso", ella difiere,
"sino que no es esto lo que mi alma quiere",
comprendiendo de esta forma
que a cada zapato le corresponde su horma.

Ya terminado el pequeño banquete,
se dirigen al salón anterior
donde juguetean entre ellos
y él le brinda calor.

Sin embargo, caída la noche,
un tiempo largo tras la última campanada
ella algo arrepentida se levanta
y desea regresar antes del alba.

Muy educada ella consulta
si él se encuentra enojado;
el caballero, sin dudarlo
le contesta que lo está algo.

Y así se envuelven
en un nuevo debate
donde las palabras y el tacto
se entremezclan por un buen rato.

Ella ya cansada,
solicita que la acompañe al carruaje.
Él no lo está tanto,
pero entiende que sería un garabato

Prolongar lo improlongable,
Intentar lo inalcanzable,
compartir un poco más
en esa noche de romance.

jueves, 18 de febrero de 2016

La dicotomía permanente

El caballero se encuentra nuevamente
en un camino bifurcado.
Sin embargo, hay felicidad y tristeza
independientemente de lo que elija, ni que lado.

Sabe que no debe
sumergirse en la depresión;
Debe ser fuerte y valiente,
tal como le dicta su razón.

Es entonces cuando arremete
contra viento, marea, y dragones,
y completa lo que le compete,
dejando atrás a los traidores.

Hasta hay indecisión
en aquello que le dicta su amor:
Que sí, que no, vueltas
y más vueltas sin ton ni son.

Ya no sabe si rendirse,
o cancelar todos sus planes;
hasta por las mañanas vestirse
parecía más fácil en otros lares.

A veces tiene ganas
de viajar a otras tierras,
de conocer a otra doncella,
o de conquistar a la viajera.

Sin embargo sabe
que eso es casi imposible,
duda que aquellos ojos verdes
lo miren tal como él quiere.

Pero puede que de a poco
Él logre conquistar
a la dueña de tierna mirada
Que tantas veces vio llorar.

Ojalá logre y pueda
brindarle amor y felicidad,
a aquella bella doncella
de cuerpo angelical.

Ojalá sean felices,
y mueran juntos a la par.
Pues cuando ella emprendió un viaje,
el moría por acompañarla a todo lugar.

domingo, 17 de enero de 2016

La primera vez (inconclusa)

El caballero fue invitado
al palacio de la princesa,
donde conoció a su hermana,
y se codeó con la realeza.

Tuvo un viaje placentero,
en el que pasó por el mercado
para conseguir provisiones
pues los cocineros se han fugado.

Pasó también por el boticario,
pues se sentía algo mal.
Compró especias, remedios,
e incluso, un poco más.

Al llegar al castillo,
se encontró con los guardias
que en la puerta hablaban
y de a ratos lo observaban.

[A "(in)completar"]

Las mascotas lo recibieron
de la manera esperada;
María le había avisado
que lo tratarían cual extraño.

Caballero indeciso

El caballero está indeciso
pues el camino se ha liberado:
Ya no hay doncellas ni monstruos
que lo mantengan, de más, ocupado.

Y es aquí, en Soberland, donde encuentra
tiempo y espacio para reflexionar
mientras sentado va en el carruaje
de un campesino ejemplar.

Sabe que el trayecto es largo,
que transitarlo, fácil, no será;
sin embargo, lleva armadura y espada
por el desafío que pronto llegará.

El caballero está dubitativo
pues tiene algunas cosas fuera de lugar.
El tiempo todo lo cura y lo resuelve,
en los oráculos, fé, él tendrá.