domingo, 3 de junio de 2018

La mujer en sus sueños

Se describe como imperfecta,
flaca, con marcas en la piel,
pelo corto hasta los hombros,
que ella ve con defectos
pero para él son magníficos,
con curvas suaves y hermosas,
como las olas bajas de un amanecer,
y ya nada más importa.

Su mirada siempre brilla,
su sonrisa es singular,
sus manos son cálidas,
y siempre la quiere abrazar.
Pueden hablar por horas,
de pavadas y algo más,
pero a él no le importa,
ya nada le importa.

Le dijo 'te quiero',
pero que no se ilusione,
más él le responde
que no se preocupe,
pues sus sentimientos
por ella son débiles,
y a él no le importa,
ya nada le importa.

No se parece a ninguna
que él conozca,
pero en sus sueños existe,
y a él no le importa.
No se acuerda cómo la vio,
ni cuándo, ni dónde,
pero a él no le importa,
ya nada le importa.

Quién sabe si dormido
la vuelva a encontrar,
se besen, vivan juntos,
todo eso y mucho más.
No entiende cómo no es real,
por qué aparece cuando empieza a soñar,
pero a él no le importa,
ya nada le importa.

sábado, 24 de febrero de 2018

El caballero y la formación de su carácter

El caballero está orgulloso
de la enseñanza impartida
por aquella gentil dama,
tan compañera, tan amiga.

La firmeza en su carácter
poco a poco se ha definido
yendo así hasta el final
donde nada está perdido.

Educando a su discípula
por los valles caminó
sin importar las dificultades,
los dragones, ni el calor.

Es así como llegó
a la guarida de Jönseth
Donde pudo disuadirla
de envenenar a Revontulet.

El caballero,  agradecido,
Le habla seguido a Kraavenal
pues sabe que ella logró
que él cruce aquél umbral.

domingo, 7 de enero de 2018

Aquella doncella

Aquella doncella
De mirada intelectual
Viajaba en el carruaje
Y leía sin cesar.

Aquella doncella,
pelirroja, sin igual,
disfrutaba del clima:
Con poca ropa gozaba desfilar.

Aquella doncella
de inscripciones en la piel,
no prestaba atención
a otra cosa cosa que no fuera él.

Aquella doncella
de piel bañada por el Sol
No hacía más que en él
enfocar toda su atención.

El caballero deseaba fervientemente
ser el libro que estaba leyendo
para que su mirada lo recorriera
de pies a cabeza, completamente.

El caballero ansiaba con ganas
que su mente lo deslumbrara
ingresando en los confines más oscuros
y penetrando con sus bellos ojos su alma.

Aquella doncella
determinada hasta el final,
se ocultaba tras el libro
mientras dejaba el tiempo atrás

¡Oh, caballero,
deja la timidez atrás!
Acércate y pregúntale
Qué tan interesante el libro está.