Se describe como imperfecta,
flaca, con marcas en la piel,
pelo corto hasta los hombros,
que ella ve con defectos
pero para él son magníficos,
con curvas suaves y hermosas,
como las olas bajas de un amanecer,
y ya nada más importa.
Su mirada siempre brilla,
su sonrisa es singular,
sus manos son cálidas,
y siempre la quiere abrazar.
Pueden hablar por horas,
de pavadas y algo más,
pero a él no le importa,
ya nada le importa.
Le dijo 'te quiero',
pero que no se ilusione,
más él le responde
que no se preocupe,
pues sus sentimientos
por ella son débiles,
y a él no le importa,
ya nada le importa.
No se parece a ninguna
que él conozca,
pero en sus sueños existe,
y a él no le importa.
No se acuerda cómo la vio,
ni cuándo, ni dónde,
pero a él no le importa,
ya nada le importa.
Quién sabe si dormido
la vuelva a encontrar,
se besen, vivan juntos,
todo eso y mucho más.
No entiende cómo no es real,
por qué aparece cuando empieza a soñar,
pero a él no le importa,
ya nada le importa.