El caballero es paciente,
pero a la vez está ansioso
pues su amada está indecisa
aunque lo quiera como a ningún otro.
Noches de pasión,
y charlas inigualables,
harán de su relación
algo mágico e inolvidable.
Una cálida noche de verano
Fraulein Solskinnsdager
con poca ropa aparece,
y al oído le dice suavemente
'hazme tuya y no pares de besarme'.
Es así como sus cuerpos
se ven enredados
en un torbellino de fuego,
que quemará todo aquello
que los diálogos no pudieron.
Es así como sus lenguas
se aman hasta en la palabra,
siendo esto más importante
que el tiempo compartido en Gaardrestaava.
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