Volviendo a casa
bajando las escaleras
voy pensando en tus labios rosados
y tus ojos azules que tan loco me vuelven.
He notado que tienes una voz particular, y un
encanto sin igual, como el que no he visto antes.
Y me cuesta a veces moderarme con las palabras,
temiendo que algunas vez puedan llegar a asustarte.
Es así como poco a poco voy aprendiendo más y más,
sobre el significado del querer y qué significa la palabra amar.
Pero sé que tienes muchísimo por enseñarme acerca de tus días,
y aprenderé mucho sobre las cosas que siento por tu alma y por tu cuerpo.
Sin embargo entiendo que esto tiene que ir paso a paso y apresurarme no debo,
pues correr en una carrera en la que uno corre con ventaja no es para nada bueno.
Además cuando mi corazón habla percibo que algunas veces yo solo puedo escucharlo,
y todas los demás oídos se vuelven mudos para poder embeberme en mi alma, fusionándolo todo.
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