El caballero regresó de madrugada,
y ya sin sueño sigue pensando,
en el último periplo realizado,
y en cómo hará para luchar por la mañana.
Encenderá la caldera,
dispuesto a desprender
el odio recibido desde afuera,
y aquello que más no puede ser.
Se relajará en la tina,
aún con lo vivido presente:
"Tal vez si durmiera hoy con Marina
sentiría aquello como menos urgente".
Sabe que ya es tarde,
sin embargo hay algo que no puede más:
"Trataré de no pensarte,
pues de no ser así no dormiré jamás".
Su corcel ya está cansado,
y el se comenzó a contagiar,
de las consecuencias de lo atravesado:
"Debo bañarme y descansar".
El caballero regresó de madrugada,
más ya los bostezos han arribado:
"Qué bueno es ir a la cama,
pensando en algo feliz del pasado".