domingo, 23 de noviembre de 2014

La dama de fuego

Ella viajaba por el mismo sendero,
pasando la mano por su rojo cabello.
Mientras leía un libro y escribía a pluma,
el carruaje la llevaba suavemente.

Cabizbaja, concentrada, pensando en aquello
que tanta angustia una vez le ha causado.
El caballero, sin embargo, esta vez no se animará
a acercarse, o a hablarle, no hay tiempo para gastar.

Decidido a rescatarla de aquel tirano sin paz,
se lanza sin pensarlo dos veces
abre la puerta y la toma sin más.

La sube a su caballo que frena,
girando sobre si mismo y dejándolo
al carruaje vacío y al cochero en vela.

Una vez alejados
se pusieron a rememorar,
cómo los días pasaron
y cómo se alejaron del mar.

Y ese telar de seda
en el que juntos solían estar,
amándose lujuriosamente
ahora es cenizas, no más.

Hablaron,
discutieron,
rieron,
y lloraron,

Pero nunca pudieron resolver
aquello que tan simple parecía.
En vano, a más no poder,
el caballero resignó su osadía.
Le ofreció gentilmente
a la doncella una explicación.
El por qué del doble discurso,
o el motivo de tal desolación.

Ahora ya solo,
se pone a recordar
Esos labios suaves
que tan bien él sabía apreciar.

Ahora no son más que un recuerdo
una imagen del más allá.
Ella se mostró decidida,
mas agradecida y cordial.

Es ahora como con pena,
él añora esa mirada angelical
de la doncella de fuego.
cuyo par de labios combinaría,
Con la pasión que desprendería
cuando un nuevo beso él daría.

Cabellera rojinegra,
mirada transparente y fugaz puede brindar.
Pero el caballero es subjetivo
y enamorado: No puede más.

La pasión le ganó a la razón

Leo lo que escribo
y no me reconozco
hacía mucho tiempo
que la razón
era vencida por el corazón.

Pero llegaste vos,
ahí estabas oculta,
desde el día que nos vimos
mi corazón vislumbra
tus ojos, abrazos y mimos.

Y nos conocimos más y más,
poco a poco me fuiste gustando
del todo; así fue como abandoné
la cabeza y me entregué a tu amor.

Y la pasión
le ganó a la razón;
arremetió el corazón
con ganas de sentirse vivo.

Es la pasión
aquella que traicionó
hasta al científico
más galardonado.

Pues cuando se ama
sin sentido ni razón
todo puede ser
mucho, más, y mejor.

lunes, 3 de noviembre de 2014

The valkyrie and her protecting wolf

She who hath seeketh peace
in thy Valkyrie's throne,
shall not perish against dragons
For thee are thy protected one
and she shall forever be your wolf.