aceptó ver a su amado.
El caballero felizmente,
la recibió en el establo.
Decideieron, juntos,
reunirse al atardecer
para así poder
ocultarse de todos.
Es entonces cuando besan
mutuamente sendos labios
que algo resurge y llena
el vacío que han dejado
las batallas y el corcel
fallecido en esa gruta
donde a él lo emboscaron
y a duras penas salió, muy lastimado.
Ella le dice, entre sollozos,
que él siempre estuvo a su lado.
El afirma, algo contento,
pues su esfuerzo no fue en vano.
Y así sigue la historia,
que en los tiempos que corren
es aún actual y no tiene fin.
Pues la historia la redactan,
quien les escribe
y la que se esconde en el Zenith.
mutuamente sendos labios
que algo resurge y llena
el vacío que han dejado
las batallas y el corcel
fallecido en esa gruta
donde a él lo emboscaron
y a duras penas salió, muy lastimado.
Ella le dice, entre sollozos,
que él siempre estuvo a su lado.
El afirma, algo contento,
pues su esfuerzo no fue en vano.
Y así sigue la historia,
que en los tiempos que corren
es aún actual y no tiene fin.
Pues la historia la redactan,
quien les escribe
y la que se esconde en el Zenith.