domingo, 11 de enero de 2015

Más vale tarde que nunca, aunque duela

Parece que fuera ayer
que me enteré de la terrible noticia:
"La abuela tiene cáncer,
y parece estar avanzado".

Más allá de aquel comunicado,
que de poca cosa no tuvo nada,
me dolió en el alma la demora:
Tardaron horrores en avisarme.

Y mientras viajo en estet tren frío,
la duda y la pena envuelven mi alma:
Aquellas vías oxidadas
parecen haber sido empapadas
por todas las lágrimas derramadas.

Incluso a veces las ganas se iban
de comer, dormir, estudiar, trabajar, o vivir:
Tanto me arrepiento del poco tiempo compartido,
Que desearía revivirte para remediar lo perdido.

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